28. mar., 2018

Conflictos biológicos y consecuencias de su resolución.

"¿Existe la terapia Hamer?
Lxs internistas son lxs médicxs generalistas de los hospitales. Su campo de actuación es tan amplio como pueda serlo el de lxs médicxs de familia, pero en general se ocupan de dolencias más graves. Por imperativo profesional, cualquier internista desarrolla una visión muy completa e integrada de los problemas de salud y tiene una propensión especial para interesarse por teorías ensambladoras, como la de los sistemas generales o equivalentes... En Alemania hay diferentes corrientes filosóficas, como la conocida gestalt, que hacen hincapié en la visión de conjunto, y algunas de ellas pueden considerarse plenamente insertadas en la tradición cultural de los pueblos germánicos. Un médico internista alemán, el célebre Doctor Hamer, no se conformó con la forma superficial, y jocosa a veces, en que sus colegas suelen relacionar perfiles, historiales y situaciones personales de la gente con las probabilidades de desarrollar tal o cual enfermedad o trastorno. Se dedicó a recopilar datos y a darles un tratamiento sistemático... Así fue capaz de elaborar extensas tablas de correlación entre tipos de vivencias conflictivas y problemas graves de salud que pudieran considerarse resultados de éstas. Sus hipótesis cobraron fuerza cuando detectó un patrón que no podía ser casual: tanto las vivencias conflictivas como los problemas de salud relacionados, se correspondían a su vez con los diferentes orígenes embrionarios (hojas blastodérmicas en concreto) de los órganos y tejidos que se veían afectados. Deseoso de completar resultados, Hamer creó situaciones experimentales con ciervos y perros, que en general corroboraron sus hallazgos.

Las teorías de Hamer se empezaron a conocer durante los años noventa, coincidiendo con el auge del movimiento new age, y hacia principios de siglo muchxs médicxs, principalmente generalistas, se interesaron por ellas. En este contexto, alguien nos consultó acerca de las diferencias de comportamiento social entre cérvidos, cánidos y homínidos, y como éstas hubieran podido alterar los resultados experimentales de Hamer. Nos fueron brindadas así la oportunidad y la motivación necesarias para ocuparnos de una de nuestras obsesiones temáticas de toda la vida: construir un modelo teórico de la sociabilidad humana que no sólo pueda explicar los diferentes patrones de estructura observados o posibles, sino también los factores y mecanismos que determinan el tránsito de unos a otros... Durante casi un año anduvimos recopilando datos proporcionados por la antropología cultural, la paleoantropología y la primatología, que permitiesen recomponer los aspectos más generales del rompecabezas en cuestión. A algo llegamos, seguimos en ello y nos consta que los resultados han permitido ajustar diagnósticos, dar más alcance a la prevención y mejorar el diseño de terapias... En este último aspecto, consideramos obligatorio dejar caer un matiz crítico respecto a la, por lo demás, admirable y valiosísima labor de Hamer: al parecer algunas enfermedades y trastornos graves irrumpen durante el proceso de resolución del conflicto correspondiente... El caso es que no se le puede decir a nadie que se tranquilice, que "va a morir por que se está curando" y ahí (que nos perdonen sus incondicionales), el doctor metió la pata hasta salvas sean las partes... No debe haber lugar a extremismos, maximalismos y sectarismos en todo ésto: una relación equilibrada, ecléctica y pragmática entre los recursos terapeúticos convencionales y los que aportan, entre otras disciplinas, las medicinas integrativa y psicosomática, parece necesaria para no empañar el prometedor e innovador futuro que éstas últimas tienen ante sí."

A.C.Fuenteveja